El Rincón de Gloria Fuertes

 

 

Desde estas páginas, queremos rendir un pequeño homenaje a esta entrañable escritora.  Compartiremos algunos de sus poemas, adivinanzas y otros escritos que con tanto cariño y ternura dedicó a todos los niños.

 

¿Cuántas clases de regalos hay?

Hay regalos caros, regalos humildes,

y hay regalos de lujo,

que no hay dinero para pagarlos:

regalar una sonrisa,

regalar un beso,

regalar un apretón de manos,

regalar una amistad.

Estos son los mejores regalos

que podemos dar.

¡De lujo!

 

¿Por qué leer es la cosa más importante que se puede hacer?

Leer es hacerse culto,

leer es hacerse sabio,

leer es más que un entretenimiento,

leer es un placer.

Si los burritos leyeran se convertirían en caballos de raza.

Si los guerreros leyeran poesía se convertirían en angelitos sin alas.

 

¿Por qué hay que decir no a las pistolas de juguete?

Los juguetes son para jugar a jugar

(de verdad)

no para jugar a matar

(de mentira).

Las pistolas (ni de agua).

El revolver (ni de broma).

La escopeta (ni tocarla).

Los juguetes para todo.

Y las armas para nada.

 

¿Cómo se dibuja un payaso?

Melena de pelo tieso,

por travieso.

Una pelota de ping pong es la nariz,

y una sonrisa desdentada

de feliz.

Las orejas despegadas

-como alas-.

Las botas,

grandes y rotas,

y en la punta del sombrero

un pompón de terciopelo.

Pantalón corto,

chaqueta larga

y un lazo como una hélice

de corbata.

Lleva llenos los bolsillos

de chistes y chascarrillos.

Además de payaso,

es músico y poeta,

después de decir versos

toca la trompeta.

Yá es tu amigo

el importante Señor Payaso

(se pondrá triste

si no le haces caso).

 

El erizo y la eriza

Iba un erizo

andando por el Polo.

Iba muy triste

(no porque fuera erizo),

iba triste porque estaba solo.

-Aquí me moriré de frío,

sin una amiga, sin un amigo,

sin una comida, sin un abrigo,

aquí me moriré de frío.

Se me están helando las púas,

se me están helando los pinchos.

Nieva y nieva,

y sin una bufanda

y sin una madriguera.

¿Cuándo vendrá la primavera?

Me lanzo a lo desconocido,

sea lo que Dios quiera.

(El erizo

una bola se hizo,

y rodó por la ladera)

Pasaron muchos días

y el erizo se despertó,

se desenroscó,

abrió un ojo,

sacudió el hocico,

comió unas florecitas

y ya no tenía frío.

Era una soleada mañana,

la nieve se quedó arriba

en los picos de la montaña.

En esto vió a otro erizo

igual que él.

-¡Cielos! ¡Un hermano! ¡Qué alegría!

-¡No soy un erizo, soy una eriza!

La eriza y el erizo

por fín se casaron.

Y se dieron un abrazo

con mucho cuidado.



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